El buque insignia marroquí, conocido por su agresiva política en aguas saharauis, ha sido denunciado en numerosas ocasiones por acosar a pescadores y activistas saharauis. La presencia de este buque en las inmediaciones de Ceuta ha sido interpretada por muchos como una provocación directa hacia España, desatando una oleada de críticas y preocupaciones sobre la eficacia de la política española respecto al Sáhara Occidental.

El senador del Partido Popular, José Antonio Monago, ha cuestionado abiertamente la utilidad del cambio de política respecto al Sáhara, implementado por el gobierno de Pedro Sánchez. "¿De qué ha servido el cambio de política respecto al Sáhara? Marruecos sigue mostrando una actitud beligerante y provocadora, ahora incluso más cerca de nuestras costas", afirmó Monago en una entrevista con medios locales.

Este cambio de política, que incluyó el reconocimiento tácito de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, fue presentado como un paso hacia la mejora de las relaciones bilaterales y la estabilidad en la región. Sin embargo, los últimos acontecimientos sugieren que las tensiones están lejos de resolverse. La oposición ha sido feroz en su crítica, argumentando que el acercamiento a Marruecos ha debilitado la posición de España y comprometido la seguridad nacional.

El Ministerio de Defensa español ha emitido un comunicado asegurando que están monitoreando de cerca la situación y que se han tomado medidas para garantizar la seguridad de Ceuta y sus habitantes. "No toleraremos ninguna provocación que ponga en riesgo nuestra soberanía y la seguridad de nuestros ciudadanos", declaró la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Mientras tanto, los residentes de Ceuta expresan su preocupación por la presencia de las fuerzas navales marroquíes tan cerca de su hogar. "Es inquietante ver cómo estos buques se acercan tanto. Nos hace sentir vulnerables", comentó un residente local que prefirió mantener el anonimato.

La comunidad internacional también observa con atención estos desarrollos. Analistas políticos han señalado que este incidente podría tener repercusiones en las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos, y podría influir en la política europea respecto al conflicto del Sáhara Occidental.