Horas antes de estos enfrentamientos, la delegación iraní ante la ONU advirtió que cualquier ataque masivo por parte de Israel en el Líbano desataría una "guerra aniquiladora", lo que incrementa el temor de una escalada del conflicto en la región, especialmente tras la ofensiva continua del Ejército israelí en Gaza.

En un incidente adicional, el ejército israelí afirmó que un dron proveniente del Líbano explotó en el norte de los Altos del Golán. También, un cohete cayó cerca de Beit Hillel, en el norte de Israel, sin causar heridos. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), identificaron y derribaron tres drones hostiles que cruzaron desde Líbano hacia Galilea Occidental, así como otros 25 drones que iniciaron incendios en la región.

El ejército israelí también atacó supuestas posiciones de Hezbolá en Hula, Kfarkela, Taybeh y Rab el Thalathine, eliminando a un presunto miembro del grupo en una de estas ubicaciones. Un comunicado de las FDI confirmó que aviones de combate destruyeron una estructura militar ocupada por terroristas en Hula.

Ante esta creciente tensión, Arabia Saudita recomendó a sus ciudadanos abandonar Líbano inmediatamente, y los hospitales en el norte de Israel, como el Centro Médico Galilea y el Hospital Ziv, se preparan para un posible conflicto prolongado.

El sábado 29 de junio, Irán reiteró que cualquier agresión de Israel en Líbano desencadenaría una guerra total, con todas las opciones sobre la mesa, incluyendo la participación de todos los frentes de resistencia. La escalada de violencia se ha incrementado notablemente desde el ataque de Hamás en Gaza el 7 de octubre de 2023, respaldado por Hezbolá e Irán, que dejó alrededor de 1.200 muertos y 240 secuestrados.