El acuerdo más importante que se presentará es la autorización de un contrato para la modernización del sistema de defensa aérea Patriot, con un total de 2.382,7 millones de euros. Este gasto se justifica en la necesidad de modernizar las capacidades defensivas de España, especialmente tras recibir el visto bueno del Pentágono para adquirir cuatro nuevas baterías Patriot, con la primera entrega prevista en uno o dos años. Sin embargo, este calendario podría alterarse si Washington decide destinar los nuevos sistemas directamente a Ucrania.

Además del sistema Patriot, se destinarán 327,8 millones de euros para obras en bases y acuartelamientos del Ejército de Tierra, 279,7 millones para trabajos de limpieza en instalaciones del Ministerio de Defensa, 161,6 millones para servicios de restauración colectiva y 57,6 millones para abastecer cantinas y tiendas en misiones internacionales. También se ha aprobado la adquisición de nuevos sistemas de morteros y drones por 146,8 y 30,2 millones de euros respectivamente, y 13 millones suplementarios para el buque de operaciones subacuáticas Poseidón.

Mientras se destina una cantidad significativa de fondos a la modernización y compra de armamento, el personal militar ha denunciado que sus salarios se mantienen a la cola de los funcionarios del Estado y sin incrementos significativos. Este contraste entre el aumento del gasto en defensa y la falta de mejora salarial para los militares ha sido criticado por la asociación Militares Con Futuro y expertos en seguridad, quienes argumentan que se debería priorizar el bienestar y la remuneración justa del personal militar.