Durante su estancia en Zaragoza, la Princesa ha completado un curso intensivo de formación castrense en el Ejército de Tierra, siendo parte de una experiencia que ella misma describió como superadora de todas sus expectativas. "Lo que he vivido aquí supera con creces lo que pensaba hace diez meses. En Zaragoza, en Aragón, me he sentido en casa, acogida y acompañada en una tierra que siempre formará parte de mi vida", expresó Leonor en mayo, cuando fue nombrada Hija Adoptiva de Zaragoza y recibió las Medallas de Aragón y de las Cortes.

La despedida de Zaragoza marca el final de su primer curso militar y el inicio de nuevos desafíos. Este viernes, 5 de julio, viajará a Lleida con el Rey Felipe para asistir a la entrega de despachos en la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn. Posteriormente, ingresará en la Academia Naval de Marín, Pontevedra, en agosto, donde continuará su formación como guardiamarina.

La Princesa Leonor ha dejado una huella significativa en Zaragoza, participando en maniobras, desfiles y actividades propias de la vida cadete, integrándose plenamente con sus compañeros. Su paso por la ciudad no solo ha reforzado su formación militar, sino que también ha consolidado su imagen pública, aumentando su visibilidad y acercamiento a la ciudadanía.

El futuro inmediato de la Princesa incluye una estancia en el buque escuela Juan Sebastián Elcano y su último año de formación en la Academia del Aire de San Javier, Murcia. Al finalizar su instrucción, Leonor estará preparada para asumir responsabilidades mayores, siguiendo los pasos de su padre en la senda del servicio a España.