Módulo de Resiliencia de Combate.

El Ejército Refuerza la Salud Mental, pero el Estigma Amenaza el Programa

El Ejército de Tierra ha lanzado un innovador programa de entrenamiento psicológico para fortalecer la resiliencia de sus soldados, en respuesta a la creciente preocupación por el impacto del estrés y la ansiedad en el entorno militar. Desarrollado por el Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC), el programa está diseñado para preparar a los soldados no solo físicamente, sino también mental y emocionalmente, con el objetivo de optimizar su rendimiento en entornos operativos altamente exigentes.
El Ejército Refuerza la Salud Mental, pero el Estigma Amenaza el Programa
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El programa se estructura en dos módulos principales: el Módulo de Resiliencia Psicológica y el Módulo de Resiliencia de Combate. El primero se centra en mejorar la capacidad de los soldados para manejar el estrés, la autorregulación y la adaptabilidad, mientras que el segundo está orientado a preparar a los soldados para los desafíos específicos del combate. Este enfoque integral tiene como objetivo no solo reducir el estrés y la ansiedad en situaciones extremas, sino también aumentar la confianza y la eficacia de los soldados en misiones críticas.

Durante 2024, el programa se implementará de forma experimental en las Brigadas "Aragón" I y "Extremadura" XI, después de haber sido probado y validado en la Academia de Infantería y en ejercicios con fuego real. Los resultados preliminares son prometedores, con una notable disminución del estrés y la ansiedad, así como un aumento en la percepción de autoeficacia y resiliencia entre los participantes.

Sin embargo, a pesar de los beneficios evidentes del programa, varios desafíos críticos amenazan su éxito a largo plazo. Militares Con Futuro (MCF), la asociación profesional militar que defiende los derechos y el bienestar de los militares, ha expresado su apoyo a esta iniciativa, pero también ha señalado varios puntos débiles que deben abordarse para garantizar que el programa alcance todo su potencial.

Uno de los problemas más graves identificados es la falta de personal especializado. El programa depende en gran medida de psicólogos militares con experiencia, pero actualmente existe un déficit significativo de este tipo de profesionales en las Fuerzas Armadas. Según datos del Ministerio de Defensa, este déficit ha llevado a una sobrecarga de trabajo para los psicólogos existentes y ha limitado la capacidad de expandir el programa a todas las unidades del Ejército. "Si no se soluciona este problema, la efectividad del programa estará gravemente comprometida", advierte un portavoz de MCF.

Otro desafío importante es la persistencia del estigma asociado a la salud mental en el ámbito militar. Aunque el programa busca normalizar el entrenamiento psicológico, muchos soldados aún temen que participar en estas actividades los haga parecer débiles o menos capaces. Estudios internacionales indican que hasta el 60% de los militares que experimentan problemas de salud mental no buscan ayuda debido al temor al estigma. MCF ha instado al Ejército a redoblar los esfuerzos para eliminar este estigma y promover una cultura de apoyo y comprensión.

La sostenibilidad del programa a largo plazo también es una preocupación. Aunque la fase experimental está bien financiada, no está claro si se dispondrán de los recursos necesarios para expandir el programa a todas las unidades del Ejército de Tierra. La asignación presupuestaria para programas de salud mental en las Fuerzas Armadas es limitada, y la competencia con otras prioridades estratégicas podría poner en riesgo la continuidad del programa.

Finalmente, MCF ha subrayado la importancia de mejorar los métodos de evaluación del programa. Sin una evaluación sólida y continua, será difícil determinar qué aspectos del programa son efectivos y cuáles necesitan ajustes. "Necesitamos asegurarnos de que este programa no solo sea efectivo en el corto plazo, sino que también tenga un impacto duradero en la salud mental de nuestros soldados", enfatiza la asociación.

A pesar de estos desafíos, Militares Con Futuro apoya la iniciativa del MADOC y aboga por su institucionalización y expansión. "Este programa es un paso en la dirección correcta, pero para que sea realmente transformador, debe ser respaldado por un compromiso continuo de recursos y personal, así como por un cambio cultural dentro del Ejército", concluye el portavoz de MCF.

La implementación de este programa representa un avance significativo en la atención a la salud mental en las Fuerzas Armadas, pero su éxito dependerá de la capacidad del Ejército para superar estos desafíos y garantizar que todos los soldados tengan acceso a las herramientas y recursos necesarios para mantener su bienestar mental y emocional.

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