Asociaciones Militares Tardías: ASFASPRO, AUME y UMT Se Levantan del COPERFAS Tras Tres Años de Inacción y Subvenciones
Estas asociaciones han sido críticas con la gestión del Ministerio de Defensa, señalando la creciente brecha salarial entre el personal militar y otros empleados públicos, así como la falta de incrementos retributivos específicos para los militares. Sin embargo, su presencia continuada en un organismo que consideran ineficaz parece contradecir su discurso. Resulta irónico que mientras se quejan de la falta de avances, hayan seguido participando y recibiendo subvenciones, lo que podría interpretarse como una falta de coherencia y compromiso real con sus reivindicaciones.
El COPERFAS, diseñado para mejorar las condiciones del personal militar, se ha convertido en un espacio sin resultados tangibles, especialmente ante la ausencia de la ministra Robles. Es significativo que, a diferencia de la policía y la guardia civil, cuyos representantes son elegidos mediante voto, los miembros del COPERFAS no se someten a un proceso democrático similar. Esta falta de representatividad democrática cuestiona la legitimidad de sus decisiones y su capacidad para defender verdaderamente los intereses de los militares.
La situación pone de relieve una disfunción grave en la representación de los militares y subraya la necesidad de reformas estructurales en el COPERFAS. No se trata solo de exigir mejoras salariales y profesionales, sino de garantizar una representación legítima y efectiva. Es urgente reconsiderar el funcionamiento de este organismo y el papel de las asociaciones que lo integran.
Las asociaciones deben reflexionar sobre su papel y su estrategia. Si verdaderamente quieren representar y defender a los militares, necesitan adoptar una postura más proactiva y coherente. No basta con alzar la voz después de años de silencio y conformidad; es necesario un compromiso real y acciones contundentes para lograr cambios significativos.